Las expectativas

Tras horas y horas de películas y series, he llegado a una conclusión: cuanto mayores sean tus expectativas, peor será tu experiencia, ya sea en el cine o en casa. Porque si no hay ninguna, tú vas a ver la película y a ver qué pasa, vas a la aventura. Es entonces cuando te dejas llevar, y disfrutas de lo que hayas entrado a ver.  Habrá errores, y los detectarás, pero no serán una catástrofe para la película porque no esperas nada de ella. En cambio, si tienes las expectativas altas, si has escuchado hablar diosdades sobre alguna, si te han dado la turra con una en especial... ya entras mal al cine. Porque la película no te va a gustar, ni siquiera te va a sorprender, y no vas a sentir nada, simplemente te fijarán en esos fallos que ha omitido la persona a la que le ha gustado. Es así de simple. Nuestro cerebro es muy inteligente, y nos va a fastidiar de lo lindo en este mundo audiovisual tan maravilloso.


Y me ha pasado, como a todos, ir a ver una película con toda la ilusión del mundo y acabar pensando que es una basura, o que está por debajo de lo esperado. Sí, es lógico, nadie puede entrar en nuestra mente y reproducir lo que tenemos ahí dentro. Pero tenemos que ser comprensivos, quizás no hemos sabido ver más allá, no tenían suficiente presupuesto, no han hecho mucho caso del guion o del texto original, les ha fallado algo clave en el rodaje y después no se ha podido solucionar en postproducción (porque no todo se puede solucionar en postpo). 

Es por esto por lo que no suelo leer críticas antes de ver una película, hago oídos sordos (y no leo) comentarios positivos ni negativos, porque después todxs sabemos lo que pasa, la película va a ser una mierda, y el dinero de la entrada no me lo paga quien me ha jodido la película. Y bueno, no nos olvidemos de esos teasers y miles de trailers que hacen para las grandes producciones, que si los pones todos juntos ves la película entera, exceptuando algún que otro detalle. Dejando todo eso a un lado, se puede disfrutar de todas las películas (también hay que ver qué tipo de género te gusta, porque entonces... tenemos un problema de ante mano, hay que informarse sobre ello antes de pisar la sala de cine). 
    Y, así, sin pensar en nada, vas a la taquilla, compras tu entrada, las palomitas, te sientas en tu butaca, ves los trailers, pantalla en negro y...  que empece el espectáculo. 

En los últimos años he visto varias películas de las que conocía más bien poco. Café Society, Kubo, El gran showman, Jurassic World 2, Ocean's 8... Algunas de ellas era yo la que me alejaba de la información, y otras, ni si quiera sabía de qué iban. Me guiaba más bien por querer ir al cine, disfrutar de la experiencia de una sala y no pensar en lo que me iba a encontrar.
    Y, a pesar de las críticas que puedan tener, por sus antecesoras, por su prestigio (por llamarlo de alguna manera) me han parecido buenas películas. No hacer caso de las modas, de las avalanchas de gente, de los actores y actrices que las protagonizaban... hace que, probablemente, aprecies esa película y veas más allá de lo que te han contado, de lo que has oído. Después, reflexionas, recuerdas, te das cuenta de algún fallo, pero lo han podido rectificar, o lo han hecho fatal en algún aspecto, ya sea de guion, efectos especiales, sonido... Pero no te dejes guiar, no dejes que tu cerebro se distraiga con lo que te dijeron y deja que fluya con el ritmo de la película.
    Intenta ser una persona honesta, objetiva y quédate con lo positivo de lo que has visto, porque hacer una película no es un camino de pétalos de rosa, es mucho más complicado, tiene espinas.


¡Felices vacaciones!

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